Durante la primera quincena de junio se ha iniciado una competición de moda entre las tiendas de los barrios de Harajuku y Ginza de la marca de ropa GAP.
¿Una competición entre tiendas de una misma marca?
Los consumidores ejercen de jueces y pueden decidir si les gusta el look que llevan los empleados de las tiendas. Nuestra opinión se publica en nuestro muro de Facebook junto a la foto del empleado que hemos votado y se genera un ranking en el que las dos tiendas compiten por tener los empleados más estilosos. ¿La idea pinta bien, no?
¿Pero cómo funciona exactamente?
Agarraos. Para poder participar en esta innovadora campaña tenéis que:
1.Instalar una app de Facebook especial y registraros. Al acabar os generará un código que hay que llevar en persona a una de las dos tiendas GAP.
2. En la tienda, al mostrar el código, os darán una pulsera que interactua con el smartphone que llevan los empleados, mediante tecnología NFC.
3. Para comunicar que os gusta el look que lleva el empleado, tenéis que chocar vuestra pulsera con su smartphone. En ese momento en vuestro muro de Facebook aparecerá la foto del empleado y su look.
¿Y todo esto para qué? ¿Para hacer un «like» y obtener un descuento?
¿Puede que hayan elegido generar ruído mediático a costa de la experiencia de usuario?
Sinceramente, estoy seguro que a much@s de los lectores se le ocurren decenas de formas de mejorar este proceso y llegar al mismo resultado utilizando el factor tecnológico de un modo más sencillo.
En mi opinión, es una buena idea que se pierde en la ejecución y es que la tecnología esta para facilitar las cosas, no para complicarlas.
El aumento de pasos innecesarios para alcanzar un contenido me recuerda mucho a los códigos QR. En mi trabajo de vez en cuando algún cliente me dice «podríamos poner códigos QR para que…» Es un momento delicado en el que tienes que dar una opinión en base a tu experiencia y conocimientos y a menudo, la palabra «código QR» ciega la razón del cliente porque lo ve como algo innovador cuando en realidad, se está cargando toda la experiencia que quiere ofrecer a sus consumidores
Es un tema complejo. Algunas marcas presuponen lo que sus consumidores van a hacer cuando vean el QR y eso es algo que no se pueden permitir si quieren alcanzar ciertos objetivos. En Japón el tema de los código QR es muy distinto, aunque eso lo voy a dejar para otro post 🙂
Fuente
Japantrends
Etiquetas: GAP, Georgia
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